Altea Hills 23
El baile de la victoria.
Una vivienda para su venta que se gestó en una época difícil, en plena crisis. Un solar complicado, tanto por la pendiente, como por la forma e incluso por el entorno. Esta casa se concibe a la vez que su vecina, por lo que desarrolla un elemento funcional y estético que nos permite conseguir privacidad frente a ella. De hecho, la idea de proyecto, la estética y la forma surgen de ese elemento que adquiere una dimensión y una fuerza realmente relevantes.
El resultado es una construcción con una forma semicircular, que intenta abarcar y hacer entender las vistas privilegiadas del lugar, muy sugerente, que parece aterrizar en el terreno apoyándose en el elemento singular anteriormente mencionado.
En el interior destaca su su doble altura y la pasarela que la atraviesa mirando al mar.
Si conseguimos venderla, hacemos el baile de la victoria, dijo el promotor.
Lo hicimos.